Friday, March 31, 2006

Pensando en Voz Alta

El mundo de la creatividad se vanagloria de ser una disciplina basada en la imaginación y en la innovación, pero que tanto se reinventa la publicidad. Que tanto se derrumban las estructuras, que tan seguido una agencia decide arriesgarlo todo por una idea. Cuantos ejecutivos de cuentas piensan en como soprender a sus clientes? y aun peor cuantos creativos nos sorprendemos a nosotros mismos con los nuevos trabajos que realizamos?

La arrogancia y el "poder infinito" y casi divino de nuestros egos no nos permite aprender algo nuevo o cambiar la manera en que trabajamos o en la que juzgamos nuetro propio trabajo y el de los demás. Estamos ensimismados, pensando en que yo y sólo yo tengo la razón y que los demás por no compartir mis ideas estan equivocados.

Las preguntas las hacen pocos, pero todos los demás parecemos o creemos –y en el peor de los casos firmemente- saber las respuestas correctas.

Las estructuras que nos amarran y que de cierto modo le dan sentido a nuestra existencia como creativos y publicitarios no son más que cadenas mentales y hasta físicas, que no permiten que el negocio se reinvente, que el negocio innove, que el negocio sea imaginativo. Con más frecuencia se crean dogmas en la publicidad que una ruta nueva de creación de trabajo.
Estaremos asistiendo a la automatización de la publicidad?

Los procesos o el procedimiento es ahora más importante que la creación. Las reglas que nos imponemos estarán matando la expontaneidad? Los dogmas y la famosa “manera correcta” estará asesinando la experimentación?

Nuestros clientes son concretos y contratan una agencia creyendo que piensa y actua de manera distinta a ellos, pero no es lo que sucede en la realidad. Lo que verdaderamente sucede es que las agencias quieren parecerse a sus clientes, con la disculpa de querer entenderlos. Las agencias quiere adoptar metodos, maneras, estructuras, reglas y cada vez más el regimen de los números esta derrotando al poder de las palabras, la imagenes, las ideas.